Descripción:
En su análisis se contraponen dos lógicas sobre los migrantes, de una parte, para sus países de origen, son los salvadores de sociedades empobrecidas que han encontrado una válvula de escape a las tensiones sociales mediante la salida de los migrantes, aparte de que aseguran al mismo tiempo fuentes de ingresos para sus familias, comunidades y para la economía nacional. Mientras tanto para los países receptores estos son acogidos como mano de obra segura y barata, al mismo tiempo que se les estigmatiza como una amenaza al bienestar de la población local, a la estabilidad y a la seguridad nacional. No obstante, entre ambas percepciones y formas de tratamiento de la migración, persiste un conjunto de condiciones que caracterizan a esta población como sujetos parcialmente incluidos como fuerza laboral, pero bajo condiciones de desigualdad social que los catapulta como ciudadanos excluidos o no reconocidos.