Descripción:
A pesar de haber registrado algunos importantes adelantos en materia económica y social, América Latina y el Caribe ostenta aun el lamentable crédito de seguir siendo la región más inequitativa del mundo. La región, afectada por bajas tasas de crecimiento por largos períodos de tiempo, ha sido incapaz de reducir la desigualdad en la distribución del ingreso y en el acceso a activos productivos. En no menor medida, esto se ha visto agravado por niveles relativamente bajos de desarrollo productivo y escasa generación de empleos de alta calidad, lo que impide que la población pueda efectivamente librarse del flagelo de la pobreza.