Descripción:
Mi oficio de teatrista me emparienta con todo trabajo perseverante. Zamacuco es un oficiante. En su moroso y hermoso trabajo, que a las claras no es de escritorio, no solamente que nos entrega las pautas para adaptar la obra de José de la Cuadra: con mucho sentido de lo que es el lenguaje teatral. Recrea magníficamente la obra y da a luz una pieza de teatro autónoma. La gente de teatro tiene ahora un desafío: llevar al escenario lo que está escrito en el papel. Tan solo de esta manera se habrá de cerrar el mágico círculo que es en sí mismo el fenómeno del teatro.