Descripción:
La comunidad La Buena Esperanza de Guachalá, se ha caracterizado por una lucha histórica en el acceso a la tierra, enfrentando desigualdad y marginación durante décadas. Este proceso de resistencia se ha forjado a través de un tejido social profundamente arraigado, donde las historias y memorias colectivas son esenciales para la identidad comunitaria. Desde su conformación en 1958, cuando algunos huasipungueros decidieron separarse de las haciendas de Guachalá y Pitaná, la comunidad ha sido testigo de numerosos desplazamientos y despojos, especialmente en el contexto previo a la implementación de la Ley de Reforma Agraria de 1964, cuando los hacendados asignaron tierras de baja calidad a sus trabajadores para evitar futuras expropiaciones. La organización comunitaria se consolidó con el paso del tiempo, logrando una estructura fundamentada en valores ancestrales y prácticas colectivas que han permitido a la comunidad enfrentar desafíos relacionados con la tenencia de la tierra y la construcción de su propio espacio de vida.