Descripción:
En Brasil, durante los últimos ochos años se han creado millones de puestos de trabajo, se ha reducido la pobreza y se ha logrado un destacado incremento del bienestar mediante la promoción del crecimiento económico, ligada a una política salarial expansiva y a medidas sociopolíticas. No obstante, dicho progreso también ha conllevado un consumo cada vez mayor de recursos naturales y energía. Brasil ha ratificado tanto la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático como el Protocolo de Kioto; aun así, como país emergente, no está obligado a reducir sus emisiones de carbono. El argumento que sostiene el Gobierno brasileño, así como muchas ONGs, es que, por motivos históricos, los países industrializados son los responsables del cambio climático.