Costumbre laudable y santa ha sido la de los Obispos que, al comenzar el tiempo de la Cuaresma, se han dirigido a sus diocesanos a fin de explicarles algún punto de la doctrina católica o inculcarles alguna de sus obligaciones, estimulándolos a la penitencia, que en este tiempo parece exigirnos Dios a todos de modo más estricto. Siguiendo tan altos ejemplos, justo y conveniente es que os dirijamos de nuevo la palabra, seguros de vuestra adhesión y afecto, de los cuales nos habéis dado ya repetidas pruebas y estamos tan agradecidos. Consideramos, además, que en ninguna época del año estaréis más dispuestos a escucharnos que ahora, cuando os preparáis todos, cual buenos cristianos, a cumplir con el precepto de la confesión y comunión pascual, y por otra parte Nuestro Señor derrama sobre vosotros mayor abundancia de gracia. Este es el tiempo aceptable ecce nunc tempus acceptabile, estos son los días de salvación para todos vosotros ecce nunc dies salutis; no endurezcáis, por tanto, vuestros corazones nolite obdurare corda vestra.