Descripción:
La hipótesis, que se busca testear analizando los distintos proyectos
neoperonistas del 1955 hasta 1973, es que Perón pugnó por mantener la conducción de su movimiento buscando permanentemente destruir cualquier forma de organización que escapara a su control y a la lógica del liderazgo
carismático, y lo hizo aprovechando la puja interna característica de su partido,
construyendo y destruyendo alianzas internas o externas, operando con un pragmatismo que demostró tener alta efectividad. Pese a proclamar lo contrario, el propio Perón trabajó en contra de la organización o institucionalización del peronismo, para poder mantener su control sobre esa fuerza política. Dicho de otra manera, la organización carismática, con fuerte dependencia de las acciones del líder y conductor, fue el único o más efectivo modo que Perón encontró para mantener vivo al peronismo. El espacio de tiempo que se analiza termina en 1973 con el retorno de Perón al poder político, hecho que sumado a su muerte al poco tiempo, colocó al peronismo en una situación totalmente diferente al proceso que examinaremos a
continuación. Para realizar este estudio nos apoyaremos en los aportes de Panebianco
(Panebianco, 1995), en su conceptualización de los partidos carismáticos y en sus
contribuciones a la comprensión de dinámica de constitución de las coaliciones
dominantes en el interior de esos partidos. En tanto la investigación empírica nos
reveló que, en todas las etapas, la lucha por la conducción del peronismo se resolvió en un juego entre tres fuerzas protagónicas, utilizaremos también los esquemas desarrollados por Theodore Caplow (ver Anexo 1) para el análisis de la teoría de las coaliciones en las tríadas (Caplow, 1956 y 1959).