Descripción:
En Venezuela la presencia de un Estado rico en renta petrolera favoreció la adopción de una política nacional de distribución de riquezas, centralizadora del poder político, cuya expresión más significativa fue la ciudad capital, convertida en centro de consumo. Toda la infraestructura básica de la ciudad, fue construida por el gobierno central, siguiendo este modelo. La gobernalidad de la ciudad, se repartía entre un Concejo Municipal y una Gobernación de Estado que a pesar de sus diferencias políticas, mantenían la cohesión espacial. El modelo hace crisis en los años ochenta iniciándose una serie de cambios para enfrentar la nueva situación.