Descripción:
La Constitución proveniente del soberano, el pueblo en asamblea, surge en momentos de una aguda crisis conceptual e instrumental del paradigma del desarrollo con el que hemos intentado, recogiendo recetas ajenas, principalmente eurocéntricas, resolver los graves problemas económicos del país. Incluso a escala global, la concepción del crecimiento basado en inagotables
recursos naturales y en un mercado capaz de absorber todo lo producido, muestra que más que producir el desarrollo lo que se observa, como señala J.M.Tortosa (2001), es un “mal desarrollo”, pues a más de no obtener el bienestar material se está afectando a la seguridad, la libertad, la identidad y la naturaleza. El mal desarrollo implica entonces una situación de complejidades que no pueden ser explicadas a partir de versiones monocausales. Por ello está también en cuestión aquella clasificación de países desarrollados y subdesarrollados.