Descripción:
La coyuntura electoral de Ecuador en 2006 se parece en mucho a lo que sucedía en 1979, cuando se inició la fase constitucional más larga de la historia nacional. Por entonces, el Consejo Supremo de Gobierno (1976- 1979) había ejecutado un plan de retorno al orden constitucional que rompió las directrices pretendidas por la derecha política y los políticos tradicionalistas de la época, que exigían una asamblea constituyente como único mecanismo legal para salir de la dictadura, cuestionaron la formación de las comisiones de reestructuración jurídica y enfilaron contra la Constitución aprobada por referendo en 1978 y contra la Ley de Partidos Políticos que, por primera vez, institucionalizó su existencia legal. Ante la inevitable e irreversible decisión sobre los acontecimientos, esas mismas fuerzas opositoras al mecanismo de retorno adoptado por la dictadura tuvieron que participar en las elecciones. Cuando se volvió cierta la posibilidad de que el binomio Jaime Roldós-Osvaldo Hurtado triunfara, se articuló contra ellos no solo la «campaña sucia» sino todo un frente político destinado a detener a la joven pareja de políticos, que ofrecía a través de los «21 Puntos Programáticos » un plan de reformas que asustó a la derecha económica y política de Ecuador, también al gobierno norteamericano y, sin duda, al capital transnacional.