Descripción:
Se habla mucho en Latinoamérica de la famosa “tercera vía” de Tony Blair, como si fuera (para los que la alaban) la solución novedosa, mica y milagrosa a los problemas de redefinición estratégica de la izquierda europea, y tal vez mundial, o más bien (para los que la denuncian) una nueva prueba de la naturaleza genéticamente traicionera de la social-democracia. La ingeniosa operación de relaciones públicas de Blair (aún más curiosa cuando se sabe que Gran-Bretaña, por una orgullosa conciencia de su propio y supuestamente inimitable excepcionalismo, raramente se propuso, como Francia, presentarse como modelo político universal) no se merece ni ese exceso de honor ni tan feroz crítica.