Descripción:
En el largo proceso de mundialización hay un elemento que es necesario recalcar: desde el punto de vista cultural siempre ha estado presente la doble dimensión del universalismo y el particularismo, aunque en dosis cambiantes a medida que cambiaban las coyunturas. El universalismo ha tenido la función de legitimar la unidad del sistema mundial mientras que el particularismo tiene que ver con la organización de la fuerza de trabajo y la estructuración del sistema mismo.