La ciudad de México riega con aguas residuales, desde hace más de 100 años, la superficie más grande del mundo. Porque en ella encontramos conductas extralegales que rayan en una fractura social, implementar un ordenamiento territorial, económico, social, administrativo y de gestión de los recursos hídricos, es necesario para darle viabilidad al proceso social que hoy se vive y que, justo debido a la multiplicación de su modelo urbano a lo largo y ancho del país, no es privativo de esta megalópolis. Este texto incluye ocho elementos fundamentales teniendo como eje los recursos hídricos en la planeación urbana: población, vivienda, vialidad, transporte, medio ambiente, infraestructura, uso del suelo y comunicación. La población incrementada por los flujos migratorios pendulares ha convertido al Estado de México en una gran zona dormitorio del D.F, donde sus habitantes salen temprano a laborar y retornan tarde a dormir. La cantidad de vivienda nueva requerida por año es de 360 mil, magnitud que corresponde a la delegación con mayores viviendas. Por sus enormes dimensiones la viabilidad de la ciudad se vislumbra sólo atacando de modo articulado los problemas de empleo y contaminación. En síntesis, hoy es necesario frenar con planeación urbana y gestión integral del recurso hídrico el crecimiento caótico de la ciudad.