El Ecuador, ubicado estratégicamente en la mitad del mundo, posee variedad de pisos climáticos que determinan una gran biodiversidad y consecuente abundancia de recursos naturales, característica que imprime al país una gran ventaja competitiva. En función de ella, Ecuador ha configurado un esquema de intercambio comercial basado en una oferta de exportación centrada en materias primas como petróleo, banano, café y cacao; y en una demanda de importación dirigida a manufacturas y tecnología. El resultado de este esquema de inserción en el mercado internacional ha sido un desarrollo ineficiente de la industria nacional. Esta desigual estructura de intercambio comercial no ha experimentado mayores variaciones en los últimos años. De acuerdo con el Instituto Nacional de Preinversión, en adelante, INP, al cierre del año 2008 “las exportaciones tenían la siguiente composición: petroleras 63%, tradicionales 16% y no tradicionales 21%. Se entienden por productos tradicionales, el banano, cacao, café, camarón, pescado; mientras que, por no tradicionales, flores, enlatados de pescado, autos, productos mineros, entre otros.