Descripción:
El padre jesuita Rosner, invitado al conversatorio y amigo de Monseñor, reflexionó en torno a la vida y el legado pastoral de Monseñor Romero; como mártir del pueblo y quién murió por la lucha de la justicia, el pueblo salvadoreño dio su veredicto y lo veneró como San Romero de América, “el pueblo declara santo a un mártir”, por ser un famoso orador, un hombre introvertido, tímido y humilde, quién utilizaba sus homilías para avisar y denunciar sobre los atropellos e injusticia que vivía su pueblo.