Descripción:
Los imaginarios de las ciudades fronterizas se levantan sobre el mito de ciudades violentas sin historia. Los protagonistas no son otros que bandidos y extranjeros de paso. Siempre son ‘los foráneos’ los culpables. Y el conveniente juego de ‘vigilar sin castigar’ el contrabando y el tráfico de drogas que se repite cotidiano en vibrantes puntos de control como Rumichaca o Huaquillas.