Descripción:
Existe reconocimiento sobre los beneficios del Régimen de Comercio (OMC) concebido en función de la realidad e intereses nacionales: Crecimiento económico, transferencia de tecnología, inversión externa directa y otros, son los factores (aunque no los únicos) que pueden ser bien aprovechados en la búsqueda del desarrollo integral. Lamentablemente, en las negociaciones y operatividad de la OMC, principios, reglas, normas y procedimientos, rigen conviven y operan junto con tendencias monopolísticas y prioridades financieras de las empresas multinacionales, y otros actores del sistema internacional, quienes concentran la propiedad y el ingreso global perennizando así las actuales asimetrías y debilitando aun más los estados ya empobrecidos. La división global del trabajo entre propietarios del conocimiento y tecnología, y los aplicadores autorizados de conocimiento y tecnología, divide al mundo entre productores y generadores de valor agregado y propietarios de ese valor agregado, lo cual, relega a los países menos desarrollados y países pobres a simples usuarios del progreso científico y tecnológico, sin derecho al consumo.