Descripción:
La paternal misericordia divina ha dispuesto con tal equilibrio los sucesos humanos, que á toda tribulación acompaña inmediatamente sus consuelos inefables. A raíz de la horfandad dolorosísima en que nos ha dejado sumidos la muerte de nuestro Prelado y Pastor, ha llegado á nosotros la imponente voz del Padre de la cristiandad, que nos habla de la Madre de los cristianos, de la Consoladora de los afligidos, María Santísima.