Oración fúnebre pronunciada por el Sr. Dr. D. Carlos María de la Torre canónigo teologal de la santa iglesia metropolitana de Quito, en las exequias solemnes que en el primer aniversario de la muerte del sr. D. Belisario Peña se celebraron por el eterno descanso de su alma en el mencionado templo. Quito, á 7 de septiembre de 1907 (Folleto).
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Oración fúnebre pronunciada por el Sr. Dr. D. Carlos María de la Torre canónigo teologal de la santa iglesia metropolitana de Quito, en las exequias solemnes que en el primer aniversario de la muerte del sr. D. Belisario Peña se celebraron por el eterno descanso de su alma en el mencionado templo. Quito, á 7 de septiembre de 1907 (Folleto).
Triste y funesta condición la del hombre sobre la tierra! Nace como la flor del campo que á la tarde está marchita; huye y se desvanece cual la sombra, y cual tenue vapor de mañana estiva aparece y luego se disipa.