Frente a la diversificación de los flujos migratorios de los últimos años, es innegable el reconocimiento de la diversidad de perfiles de mujeres protagonistas de los nuevos procesos migratorios (Alfaro, 2009). Es decir, las que migran ya no son solamente las mujeres madres de familia y sus expectativas en el proyecto migratorio ya no se remiten únicamente a la búsqueda de mejores condiciones de vida para sus familias. Por ejemplo, la migración de mujeres jóvenes en busca de profesionalización es un tema que se inserta en la agenda de investigación en el contexto boliviano. Esto en virtud de nuevas explicaciones de la migración desde una perspectiva de género.