Modesto por carácter y sin pretensiones de ningún género, á no ser el sentimiento que me ha distinguido siempre y de los que tengo dadas reiteradas pruebas en todos mis actos, de ser aspirante á la gloria haciendo el bien y contribuir de alguna manera en favor de la humanidad doliente; prescindiría hoy de ocupar la atención por medio de la prensa, tal vez de personas que, con ligereza, se permiten juzgarme desfavorablemente; y, como todo hombre que ha pertenecido á la carrera pública, no me es posible renunciar al ineludible deber de dar cuenta de mis procedimientos al Gobierno de mi patria, á la Congregación que me honró con un poder general, al de esta República }r su magnánimo pueblo, á donde, con mi larga residencia de los dos tercios de mi vida, he tenido oportunidad de recibir muestras de deferencia y adhesión, tributándole un homenaje de gratitud al publicar este folleto, que doy á la estampa con los principales escritos y demás documentos que se relacionan con la ruidosa causa que ya ha alcanzado cierta celebridad, por ventilarse entre dos comunidades religiosas de distintos países, por la larga tramitación que ha tenido y su funesto resultado; á pesar que, ella ha sido defendida por ilustrados jurisconsultos de elevada jerarquía oficial, como lo son.