En Ecuador y Bolivia se reconoció el carácter plurinacional del Estado a partir del año 2008, tras profundas reformas constitucionales llevadas a cabo en Asambleas Constituyentes, que, para ambos casos, fueron la culminación de intensos procesos de agitación social. A partir de entonces en los dos países se experimentan procesos de reconstrucción estatal en los que los pueblos indígenas se ven abocados a nuevos contextos políticos y normativos que implican desafíos y oportunidades inéditas para la construcción de autonomías indígenas.