Cuando la Junta Directiva del Centenario proyectó la Exposición Histórico - Americana, que con el noble y desinteresado concurso de todas las naciones que pueblan aquella parte del mundo que descubrió Colón y los españoles, no menos que con el de algunas naciones del Norte de Europa, ha resultado una verdadera revelación de lo mucho que tienen que aprender los sabios en los elocuentes restos de las diversas gentes que habitaban aquellos países, antes y después del descubrimiento, se pensó en que la Exposición tuviera un carácter científico, y por lo tanto respondiera á un organismo científico también en la colocación de los objetos, a fin de que la visita de las salas de la Exposición fuera una especie de curso intuitivo y gradual de las antigüedades, y por lo tanto de la historia de América.