El gobierno del presidente Rafael Correa, al poco tiempo de consolidarse, y aprobar la nueva Constitución de 2008, dio inicio a múltiples conflictos, disputando los poderes que mantenían varias organizaciones dentro de la educación pública y privada. El Ejecutivo enfrentó a la Unión Nacional de Educadores (UNE) por el control del magisterio docente; a la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) por la gestión de la educación intercultural bilingüe; y a varios rectores y universidades por el control del sistema de educación superior del país. Esta investigación se dedica a analizar estos conflictos a la luz de un cambio institucional que parece estar detrás de las problemáticas: el Estado ecuatoriano habría vuelto fortalecido, de la mano de la Revolución Ciudadana, y en su afán por controlar, regular y democratizar el campo educativo, se ha enzarzado en enfrentamientos con consecuencias complejas para la sociedad civil.