Descripción:
Resulta cada vez más evidente que el mundo atestigua el drama de importantes migraciones constituidas por niños y niñas no acompañados que cruzan la frontera por diversas razones. En México, se pueden identificar grandes grupos de menores provenientes principalmente de países como Guatemala, El Salvador, Honduras, Ecuador y Nicaragua que se instalan, trabajan, viven o transitan, por nuestro país en ausencia de sus familiares (Gallo, 2005, pp.133-134). El trabajo hace un diagnóstico general de estos flujos migratorios junto con algunas de sus implicaciones más visibles en materia de derechos humanos, hacer una revisión de las respuestas internacionales y nacionales a este fenómeno. Para ello se parte de la hipótesis central según la cual los niños y niñas migrantes no acompañados constituyen un grupo en situación de vulnerabilidad porque son discriminados por parte de los Estados receptores por el hecho de ser niños o niñas migrantes, muchos de ellos son indígenas y desconocen el idioma del país.