Descripción:
La eficacia socializadora de la que gozan los medios radica en su capacidad para proponer a sus receptores qué pensar, sobre qué pensar, cómo pensar y, más allá del terreno intelectual, cómo sentir, actuar y, en definitiva, vivir. Y es que ya estamos inmersos en un mundo de comunicación donde los mensajes se entrecruzan, proponen e incluso disponen, logrando en muchos casos modificar actitudes, como es el caso de la sociedad de consumo, ejemplo extremo del uso de la información en beneficio de la economía.