El diseño e implementación de una campaña de comunicación en salud, requiere de razonamiento amplio que pondere todos los elementos yuxtapuestos en el proceso de intercambio de información y que podrían influenciar en la determinación de conductas preventivas de salud en la población. Las tendencias epidemiológicas actuales a nivel global, el resurgimiento de enfermedades que se creían controladas, el incremento de enfermedades degenerativas en países en vías de desarrollo, la resistencia microbiana a drogas terapéuticas y un creciente énfasis en la prevención de la enfermedad, ha expandido el papel de la comunicación como un componente vital de la salud pública. Cuando se diseñan materiales informativos cuyo propósito es orientar sobre la prevención de enfermedades puede que éstos sean percibidos irrelevantes y poco claros para miembros de ciertos grupos compuestos por poblaciones heterogéneas. Se sugiere que una campaña masiva de prevención dirigida a un grupo de ciudadanos debe resultar más efectiva si previo a su desarrollo se consideran los elementos socioculturales de la audiencia, incluyendo el lugar de origen de procedencia y el lenguaje.