Descripción:
Imaginemos por un instante que decimos la palaba amor o la palabra odio o la palabra hijo o la palabra poder, y que existe en el mundo una verdadera multitud que tiene la posibilidad de entender de qué estamos hablando. Ese creíble nexo ya no arropa a ningún imperio, activo o jubilado, sino a los hombres y mujeres de más de veinte países, cuya palabras, y en consecuencia sus pensamiento, aspiraciones, cuya palabras, y en consecuencia sus pensamientos, aspiraciones, sentimientos, desalientos y esperanzas son dato en amplísima clave, nebulosas pero decisivas señales de identidad, contraseñas que cruzan el océano.