Nos acusan de ser la única revista –quizás el único medio de comunicación latinoamericano con una clara vocación masoquista. Hay algo de cierto, los azotes oportunos de la crítica nos estimulan el metabolismo como titilantes dosis de adrenalina. Los verdugos invitados a castigar esta edición son Allan Castelnuovo –médico psicoanalista y argentino- y Alexis Naranjo, ecuatoriano, lingüista y escritor. Agradecemos su esfuerzo y su franqueza. Si algún lector quiere participar en este morboso ritual no espere a que lo invitemos, escriba. Cuando el Editor de Chasqui me expuso su idea de incorporar un crítico externo que, en defensa del lector, opinara libre y exigentemente sobre el contenido de Chasqui, me pareció no sólo una idea original sino muy iconoclasta y bien intencionada. No pensé, en ese momento, que podría involucrarme en un asunto tan temerario, pero la vida tiene extraños vericuetos. Hoy me ha tocado a mí ser el referido crítico de turno y recién en el momento de ejercer la función pude tomar conciencia del cronograma del proceso.