Descripción:
Este es uno de los enigmas de la fisonomía cultural brasileña que aún no mereció un análisis suficiente por parte de los estudiosos de la comunicación masiva, de las autoridades educacionales ni de los militantes políticos. La lectura diaria de periódicos representa un indicador bastante expresivo de la civilización. Cualquier país que se encamina al desarrollo económico, repartiendo mejor el producto social entre sus habitantes, registra siempre un progreso en el tiraje de sus periódicos. Porque el periódico, a diferencia de la radio o de la televisión (vehículos sintonizados buscando el descanso), significa un lazo que vincula al ciudadano con la sociedad en que vive y actúa. Al ofrecer cada día el registro -aunque parcial- del movimiento de la sociedad, el periódico permite, en un primer instante, la participación abstracta del ciudadano y, en un segundo instante, lo conduce a la actuación concreta.