En la actualidad la mayoría de las actividades necesarias para el desarrollo económico y social requieren del uso de la energía, por tanto ésta tiene un rol social. Experiencias internacionales han demostrado que por los roles de género diferenciados que tienen, mujeres y varones tienen diferentes necesidades energéticas y la carencia de enfoque de género en los proyectos de energización ha sido una de las causas de fracaso de muchas iniciativas energéticas y de lucha contra la pobreza. En Venezuela no se han realizados estudios sobre la forma como se relaciona el género con el rol social de la energía. Debido a este vacío de información, esta investigación tiene como finalidad analizar, desde el enfoque de género, la relación existente entre las variables género, energía y pobreza energética para las y los habitantes de una comunidad suburbana en Venezuela, cuando buscan satisfacer sus necesidades básicas en el sector residencial y sus responsabilidades asignadas por el género. Adicionalmente se desea analizar de qué manera esta relación afecta las inequidades de género cuando enfrentan limitaciones o carencias en el suministro de energía. Se realizó un estudio cualitativo correlacional y el método utilizado fue el de investigación-acción participativa. Se trabajó con una muestra de 23 mujeres de la comunidad Tibroncito, Estado La Guaira, Venezuela. Se realizaron dos encuentros: uno de sensibilización e información y otro exploratorio y de grupo de enfoque; además se aplicaron entrevistas exploratorias, abiertas y focalizadas y se escogieron tres informantes calificadas para realizar entrevistas a profundidad. Se encontró que las fuentes de energía que se utilizan para la satisfacción de las necesidades básicas son el gas por bombona, la electricidad y la leña. Debido a la crisis energética actual en Venezuela, las dos primeras fuentes presentan problemas de disponibilidad, asequibilidad y estabilidad en el suministro, por lo que las mujeres deben utilizar parte del tiempo destinado a las tareas asignadas por género para solventar estas faltas así como recurrir al uso de su energía metabólica. Esta situación profundiza las inequidades de género y se traduce en pobreza de tiempo de las mujeres, sobrecarga de trabajo y pocas oportunidades de tiempo libre y descanso. Para aprovechar el rol social de la energía con enfoque de género se plantea que se comience el análisis desde las necesidades básicas (axiológicas) de mujeres y varones por separado, cuáles son sus necesidades energéticas y las opciones energéticas locales (OEL) y cómo son las condiciones del suministro de la energía (disponibilidad, asequibilidad, seguridad y estabilidad). Si mujeres y varones no tienen acceso a la energía y a los equipos que necesitan para satisfacer sus necesidades básicas, esta comunidad está en situación pobreza energética y las inequidades de género se estarían profundizando, por lo que se hace necesario tomar medidas para eliminar esta dimensión de la pobreza, a través de un plan de energización. Este plan podría incluir las OEL distintas a las tradicionales que en el caso de la zona de estudio son la energía eólica y la solar. En el encuentro exploratorio las mujeres mostraron interés en diferentes tecnologías que usan tanto la leña como estas fuentes energéticas, con la finalidad de hacer más eficiente su trabajo doméstico cotidiano. Estas tecnologías son la cocina mejorada (leña), el deshidratador solar de vegetales y el calentador solar de agua, entre otras.