El trabajo se inscribe en una postura abolicionista de la prostitución que considera a la misma un sistema dedicado a la explotación sexual de los cuerpos (especialmente de mujeres cis y trans pero que reconoce los derechos de quienes se autodenominan trabajadorxs sexuales, por lo que en su desarrollo se hará referencia a la prostitución que acontece en el contexto de prostíbulos administrados por terceres4 que se benefician de la explotación sexual ajena. Se propone pensar a la prostitución como una institución social que se incluye entre los dispositivos de construcción de la masculinidad hegemónica de los varones cis. Inscribir la práctica prostituyente en el marco de un sistema patriarcal y heteronormativo; traer al debate el rol del varón cis prostituyente desde una perspectiva de género que implique pensar los modos en que se construye la masculinidad hegemónica en la actualidad; los costos que tales prácticas conllevan para los varones; y la posibilidad o no de des-marcarse de un modelo de masculinidad que exige pruebas para poder ser.