Descripción:
Esta investigación contrasta los imaginarios sobre el conflicto armado colombiano y recaba sobre las subjetividades políticas emergentes en jóvenes entre los 15 y 19 años, quienes han sido afectados directa e indirectamente por el conflicto armado en Arauquita (Arauca) y Machetá (Cundinamarca), con el fin de identificar cómo se diferencian/semejan estos a partir de la afectación directa e indirecta de la confrontación armada.
El principal hallazgo es que la presencia directa o indirecta del conflicto armado no es garantía de relatos más complejos o de una comprensión y conceptualización reflexiva de lo vivido. Supone sí testimonios directos y vívidos, pero no la activación de recursos cognitivos, emocionales o actitudinales, los cuales dependen más de un cruce de experiencias biográficas, de socialización, y condiciones simbólicas y materiales que orienten en conjunto prácticas en lo común. A su vez, en lo que respecta a la subjetividad política de allí derivada, la misma no es más o menos activa por la presencia directa e indirecta del conflicto, y tampoco implica una apropiación y (re)elaboración de la vivencia traumática de la violencia en experiencias comunes y su transmisión como memorias colectivas; sin embargo, sí implica características diferenciales en la identidad y la memoria.
Esto es resultado de los imaginarios colectivos que circulan socialmente en los medios de comunicación, la familia y –en menor medida– la escuela; con lo que, si bien en el paso de un grado escolar a otro los conocimientos sobre el conflicto armado cambian, la fuerza y contundencia de los conglomerados económicos –dueños de los medios de comunicación y con estrecha relación y vínculos con la política profesional– es mucho mayor y con más impacto y visibilidad que otros espacios de socialización. Esto pone en evidencia la capacidad administrativa y creadora de significados sociales tanto del Estado como de las fuerzas económicas. Significados y sentidos que se decantan o cristalizan en modos de pensar, de sentir y de experimentar el conflicto armado que definen las formas de expresión política a futuro.