Esta es una investigación que se pregunta por la experiencia encarnada del estado penal, a la luz de las trayectorias de enfermedad y confinamiento de Analía Silva, una mujer afroecuatoriana, cofundadora de la organización feminista y antipenitenciaria Mujeres de Frente (MDF), criminalizada en múltiples ocasiones por el microtráfico de sustancias ilícitas y diagnosticada en el 2017, con una insuficiencia renal crónico-terminal. En el debilitamiento de sus riñones, se expresan años de lucha contra la mala vida que conlleva la cárcel y la condena extendida que se plasma fuera de los muros de prisión, como expresión y efecto de un régimen securitario que desborda la institución penitenciaria y se expande en la cotidianidad de las calles, en los espacios de atención médica- públicos y privados y en las oficinas que brindan servicios de seguridad social.