Descripción:
Ecuador, como muchísimos países en el mundo, vive momentos muy complejos. El coronavirus agudizó los problemas, no los provocó. Su economía se encuentra en medio de una grave depresión. Su dependencia extrema del mercado mundial, en tanto economía primario exportadora, una vez más, le pasa factura. La pobreza y la inequidad han aumentado. La destrucción ambiental es inocultable. Las enormes debilidades de su institucionalidad política complican aún más el panorama. La desbocada corrupción, las diversas violencias y el autoritarismo, emergen como condiciones casi inherentes de esta sociedad patriarcal, colonial, extractivista.