Descripción:
El movimiento feminista latinoamericano desde la década de los 70s ha sido gestor y actor de diferentes formas de manifestación social. La acción colectiva a través de lo sensible ha permitido irrumpir en el campo de lo simbólico, en dónde el artivismo o el arte social se ha consolidado como un proceso reflexivo politizado de construcción constante que interpela e irrumpe en la realidad. El presente trabajo de investigación tiene como objetivo analizar la resignificación de la dimensión sensible, tomando como centro las emociones, a partir de los performances de las colectivas feministas: Zorroras Twerk, Bloque Feminista Antiespecista y, Konchas Batukeada Lesbafeminista. Para en un segundo momento evidenciar la resiliencia política como una práctica estrechamente ligada al artivismo.