La violencia de género ha sido considerada como una anomalía individual, que se evidencia en el ámbito privado y en el marco de relaciones amorosas, lo que ha restringido la idea que se tiene sobre la existencia de un problema social y sobre las posibles soluciones a este. Esta representación ha estado determinada por una lógica patriarcal que establece una distribución diferenciada de roles sociales en función del sexo de las personas en las diferentes esferas sociales. La presente investigación propone una evaluación profunda de políticas públicas para la erradicación de la violencia contra las mujeres en el contexto latinoamericano, para la que establece el proceso secuencial a través del cual, se puede determinar cómo la manera en que se representan los problemas en el proceso inicial del diseño de la política puede conducir a una falla en la fase de implementación.