Descripción:
Uno de los dilemas que inquietan a los investigadores sociales es el hecho de que en la subregión Andina, 2 en la que confluyen grupos criminales transnacionales y se produce la casi totalidad de cocaína del mundo, los indicadores de tres de sus cuatro países evidenciaban en años anteriores una baja tasa de homicidios y por tanto de violencia criminal. En 2019, según análisis de Asmann y O´Reilly (2020), Colombia presentaba una tasa de homicidios del 25,4 por cada 100 mil habitantes, a diferencia de los bajos coeficientes de Ecuador (6,82), Perú (8,5) y Bolivia (6,3). Esta situación comienza a cambiar en los países limítrofes de Colombia después de la salida de escena de las FARC-EP; fue entonces cuando se presentó una reconfiguración armada, caracterizada por “disputas, alianzas y cooptaciones en torno a los vacíos de poder dejado por el grupo guerrillero” (Indepaz, 2022, p. 47).