El desarrollo y disponibilidad de la vacuna contra el virus SARS-CoV2, responsable de la pandemia por COVID-19, juega un rol importante en la toma de decisiones para su distribución, principalmente en países de medianos y bajos ingresos, los cuales deben adoptar criterios de prioridad estrictos y más costosos. Esta tesis tiene como objetivo identificar las razones a favor de adoptar la pobreza extrema como un criterio de prioridad en la distribución de vacunas contra la COVID-19 en Sudamérica considerando como casos de estudio Argentina, Brasil, Chile y Perú. La tesis principal sostiene que el prioritarismo es el enfoque ético más adecuado para diseñar los esquemas de asignación de vacunas contra COVID-19 y que la pobreza extrema debe ser un criterio de priorización. Para alcanzar el objetivo propuesto se ha recurrido al equilibrio reflexivo para integrar datos y teorías que permitan identificar las razones ético-morales a favor de la adopción de la pobreza extrema como un criterio de prioridad en los esquemas de asignación de vacunas contra el COVID-19. El análisis empírico determinó que durante la pandemia el país más afectado en cuanto a pobreza y extrema pobreza actual fue Argentina (42% y 10.5% respectivamente). De otro lado, se pudo establecer la estrategia de vacunación de Chile como la más exitosa en términos de cobertura (75% de cobertura). Se apeló al análisis de tres casos hipotéticos de dilemas de priorización de la vacunación contra la COVID-19 según el utilitarismo y prioritarismo lo cual permitió identificar el enfoque ético de las estrategias de vacunación de cada país seleccionado. Además, se diseñó un modelo de distribución hipotética para esclarecer los beneficios de la vacunación contra SARS-CoV2 según las características socio-económicas y de comorbilidad de la población. Del mismo modo, la propuesta de un sistema de puntuaciones según grupos priorizados permitió identificar quien está peor en términos absolutos siguiendo los argumentos prioritaristas del enfoque de la ventaja total. Todos los argumentos presentados fueron concatenados en un simple escenario denominado “modelo del incendio”, que permitió identificar y defender que, la pobreza extrema, sea adoptada como un criterio de prioridad para la vacunación contra la COVID-19. Finalmente, y para completar un ejercicio de equilibrio reflexivo, se consideraron cinco objeciones con sus respectivas respuestas enfocadas en 1) los beneficios de la vacuna contra la COVID-19 según las características de la población, 2) el análisis del QALY como unidad de medida para valorar a quién beneficia la vacuna contra la COVID-19, 3) la donación internacional de vacunas contra la COVID-19 y su efecto sobre la atención de necesidades domésticas del país donador, 4) la pobreza extrema como unidad moral relevante en comparación con las necesidades básicas o capacidades de las poblaciones y, 5) el enfoque de la ventaja total y las políticas internas de cada país en la asignación de la vacuna contra la COVID-19. Se concluye que la pobreza extrema debe ser adoptada como un criterio de prioridad en los planes de vacunación contra la COVID-19 en Sudamérica sobre la base de: 1) Los fundamentos empíricos que demuestran que la pandemia afectó negativamente a esta población; 2) El prioritarismo, el cual promueve el bienestar de quienes están peor, en este caso, en la población viviendo en pobreza extrema debido a su importancia moral marginal; 3) La mayor sensibilidad del enfoque prioritarista frente al origen estructural e histórico de la pobreza extrema , la cual está alineada con la realidad de los países analizados; 4) La defensa del enfoque de la ventaja total de quienes están peor buscando evitar el incremento y la severidad del daño, minimizando las quejas que surgen frente a las cargas severas impuestas por la pandemia y haciendo visible la pobreza extrema frente a la sociedad, a través del despliegue de sus particularidades.