América Latina se ha convertido en el escenario de una serie de estallidos sociales desde la segunda década del siglo XXI. En octubre del 2019, estallaron masivas y violentas protestas en Ecuador y Chile en torno a las políticas antipopulares que sus gobiernos implementaron. Durante estos eventos de contienda política se activaron tanto los repertorios clásicos de protesta copresencial, como otras formas de acción colectiva mediadas por tecnologías de la información y comunicación (TIC). Estas acciones e interacciones mediadas por dispositivos móviles conectados a internet y a las redes sociales suponen una apropiación de las tecnologías digitales para la contienda política que sirve a distintos fines como expresarse, discutir y coordinar acciones colectivas.