El Mainstreaming Migration representa una estrategia política de transversalización de las medidas de inclusión de las personas de origen inmigrante: en lugar de atribuirlas a un órgano central de gestión, se introducen esas medidas como una variable a tomar en cuenta en los otros ámbitos políticos: así las acciones de protección y promoción de la persona de origen migrante se diluyen, apareciendo en cada una de las otras políticas. También en lo que se refiere a la gestión, la responsabilidad se reparte entre diversos organismos públicos y privados en los distintos niveles de gobierno. Las respuestas finalmente vienen elaboradas más en el nivel local, que mejor representa la especificidad de las necesidades contextuales. Dada la complejidad del fenómeno migratorio y tomado en cuenta el número de las esferas personales afectadas por la situación migratoria, la estrategia de transversalización parece nominalmente exitosa, ya que permite adaptar las respuestas a los casos concretos.