La parroquia Cacha tiene la singularidad de que su base de acción social y política es la de una organización de segundo grado, cuyos miembros se identifican como indígenas puruhás. Más allá de la existencia de una malla administrativa estatal, es esta organización la que determina, desde hace más de cuarenta años, las decisiones que se toman en materia de ejecución de presupuestos públicos, pero también en actividades de índole colectiva. El antecedente del cual parte la estructura organizativa y la conciencia colectiva de sus pobladores, fue la constante explotación y subordinación que recibían de los Yaruquíes, quienes ostentaban el poder político-administrativo. Esta forma de control de la población data desde la época colonial y republicana, y que tiene un desenlace -formal y administrativo- al parroquializarse en 1981.