Descripción:
En el país, la violencia y, en especial, la delincuencia, se encuentran frente a una realidad tan desastrosa, incierta, turbulenta e incomprensible que han llegado a convertirse en verdaderos mitos y fantasmas que, apenas se los reconocen, mutan, se desplazan e incluso desaparecen temporalmente, durante el tiempo necesario en que se agotan las medidas de carácter coyuntural, por lo general desarticuladas de una visión integral. La ausencia y la implementación precaria de políticas en este ámbito revela, en buena medida, un carácter fundamentalmente reactivo, antes que proactivo, represivo antes que preventivo, lo que contribuye a profundizar los sentimientos de inseguridad, miedo, ansiedad y frustración, y al debilitamiento y la ruptura de solidaridades sociales.