Descripción:
La revolución de 1952 abrió las posibilidades de una participación social y política efectiva para la mayoría del campesinado boliviano. Al destruir la estructura económica de la hacienda, la Reforma Agraria integró totalmente a los campesinos de Ñor Yungas en una economía de mercado. La posibilidad de ser dueños de la tierra y de entrar en relaciones libres de trabajo significaron un primer paso en la adquisición de los derechos ciudadanos. El acceso a la educación y la posibilidad de aprender castellano también abrieron a los campesinos importantes canales de comunicación con la sociedad nacional. Más aún, el sufragio universal y la libertad de asociación les permitió organizarse políticamente y surgir como un grupo significativo en el proceso político del país.