Esta investigación trata sobre los falsos positivos de Soacha, Colombia, en 2008. Estos fueron asesinatos y desapariciones forzadas de jóvenes, cometidas por el Ejército colombiano, quien luego de realizar las muertes llevó a cabo elaborados procedimientos para hacerlas pasar como bajas en combate contra bandas ilegales, y así recibir recompensas de parte del gobierno. Este estudio parte de encontrar insuficiente la explicación más aceptada del crimen, que los observa como el resultado de una política institucional de recompensas, presión y competencia al interior de la institución militar. Desde una perspectiva simbólica o cultural, sostengo en este trabajo que la fabricación de estos crímenes, el tipo de víctimas que fueron asesinadas, así como la copiosidad de los asesinatos, deben entenderse también como producto de la articulación de un conjunto de significados entramados, que fueron estructurados, es decir, instituidos y movilizados, como efecto del funcionamiento del Estado, la Nación y el Capitalismo en Colombia.