Descripción:
La lucha promovida por los pueblos indígenas, fundamentalmente a lo largo de las dos últimas décadas, ha permitido que los estados y las sociedades latinoamericanas reconozcan "a duras penas" su condición pluricultural. Como siempre ocurre con las cosas obtenidas a fuerza de presión, no siempre se materializa en la "acción real" el cumplimiento de los escasos avances que en materia constitucional se han dado en relación a los derechos de los pueblos indígenas. La falta de una interiorización consciente de esa diversidad cultural repercute en la calidad de la educación, en las políticas públicas excluyentes o en el restablecimiento permanente (consciente o inconsciente) del racismo como herramienta de la dominación.