La violencia contra las mujeres es un tema que ha cobrado especial relevancia en la agenda mundial debido a su magnitud: de acuerdo a la ONU, una de cada tres mujeres en el mundo la sufren por el sólo hecho de ser mujeres, siendo las jóvenes las más afectadas. La forma que toma esa violencia no es sólo física, sino de diversa índole -psicológica, económica, entre otras. En Argentina este problema es igualmente preocupante, en tanto la mayoría de las mujeres manifiesta haber experimentado violencia en alguna de sus formas. Adicionalmente, la misma afecta profundamente no sólo a las mujeres, sino que también a sus hijes, familiares y entorno, ocasionando costos extremadamente altos para la sociedad. La violencia contra las mujeres es considerada mundialmente como un problema público para el que puede identificarse, por un lado, un enfoque de política pública de tipo individualista, basado principalmente en la asistencia a las mujeres en situación de violencia, y por el otro lado, uno integral en el que se pone atención adicionalmente a las causas profundas que la originan. Bajo este último paradigma se entiende que la violencia contra las mujeres sucede como resultado de una organización social con una relación desigual de poder, en donde las mujeres ocupan un lugar secundario, relegado y subordinado al de los hombres, denominada patriarcado. En este trabajo se plantea la hipótesis de que ha habido en Argentina un viraje de paradigma en la forma de entender este problema público, desde una concepción individualista y asistencialista a otra de tipo integral. Para demostrar esto, se realizó un estudio de caso de las intervenciones llevadas a cabo por la Secretaría de Mujeres, Políticas de Género y Diversidades del Municipio de La Matanza, desde su creación en 2020 hasta 2022. Concretamente, se estudiará la materialización de tres dimensiones: la promoción de la autonomía de las mujeres, el nivel de transversalidad en la implementación de las políticas públicas donde se articula entre los distintos niveles y poderes del Estado -y otras entidades no gubernamentales y la ocurrencia de un cambio en las relaciones sociales orientados a modificar estereotipos nocivos y derribar las inequidades de género en todas las aristas de la sociedad. Entre los principales hallazgos se encuentra la importancia de abordar la problemática desde una perspectiva integral que supere la mera asistencia y acompañamiento a las mujeres que sufren violencia mediante un trabajo en prevención. Para el paradigma analizado en esta tesis, esto significa trabajar en modificar el conjunto de reglas sociales implícitas que ponen a la mujer en un lugar de subordinación y garantizar condiciones materiales para que la igualdad de género se haga efectiva. Asimismo, se reconoce la importancia de que las políticas públicas incorporen intervenciones concretas que involucren a todas las entidades estatales y al conjunto de la sociedad, para poder generar una transformación profunda en las relaciones sociales y de poder, ya que el orden social machista se manifiesta en todos los ámbitos de la vida de las mujeres. Si bien la implementación de un abordaje integral trae aparejados nuevos desafíos, este cambio de paradigma en el accionar estatal es urgente para lograr la erradicación de la violencia contra las mujeres.Violence against women has gained special relevance on the global agenda due to its magnitude: according to the UN, one in three women in the world experience it and the most affected group are young women. This violence might take the form of physical violence or it can also be psychological, economic, among others. In Argentina, this problem is equally worrying, as the majority of women have experienced it in some of its forms. In addition, it deeply affects not only women, but also their children, family members and environment, causing extremely high costs for society. Violence against women is considered worldwide as a public problem. To address it, States develop different types of public policies. On the one hand, they can implement an individualistic approach, based on assisting women in situations of violence or, on the other hand, they can develop a comprehensive intervention in which the causes are identified and attacked assuming that it occurs as a result of a social organization in which women occupy a secondary, relegated and subordinate role in relation to men, named patriarchy. The hypothesis presented in this study postulates that there has been a paradigm public policy shift in Argentina from an individualistic to a comprehensive approach. To demonstrate it, this research presents a case study of the Secretariat of Women, Gender Policies and Diversities from La Matanza Municipality, since its creation in 2020 until 2022. The objective is to analyze the materialization of three dimensions: the promotion of women's autonomy, the level of transversality in the implementation of public policies where it is articulated between the different state levels- and other non-governmental entities - and the occurrence of a change in social relations aimed at modifying harmful stereotypes and breaking down gender inequalities in all spheres of society. Among the main findings is the importance of addressing violence against women from an integral perspective, by implementing a public policy approach that focuses also on prevention and goes beyond mere assistance and accompaniment of women who suffer violence. For the paradigm analyzed in this thesis, this means working to modify the set of implicit social rules that place women in a subordinate position and guaranteeing material conditions for gender equality to become effective. Public policies must involve the whole society since violence against women manifests itself in all areas of women’s life, reflecting the persistence of a sexist social order. Although the implementation of a comprehensive approach brings with it new challenges, this paradigm shift in state action is urgent to achieve the eradication of violence against women.