Descripción:
José de la Cuadra quiere que escriba unas pocas líneas que sirvan de prólogo a su nuevo libro de cuentos; lo hago con la mejor voluntad. Cualquiera que sea la restricción que se formule ante la literatura moderna, es indudable que los novelistas y cuentistas ecuatorianos que escriben ahora son la representación más importante de nuestra literatura, y estoy convencido de que, si ella salva los linderos patrios, será por efecto de las obras de estos novelistas y cuentistas que han sabido interesar al público de América, que en adelante tendrá que seguir el curso de la producción literaria de este país.
José de la Cuadra pertenece a este grupo de escritores que representa un momento literario y aun de ideas. Antes de ahora me he referido a novelas de este autor, como Los Sangurimas, vida complicada de una familia montuvia en que la moral cobra aspectos insospechados que nos hacen pensar en la candorosidad y en la ferocidad de los primitivos, pero en la que viven y actúan hombres con todas las pasiones al descubierto, sin el disimulo que adquieren al contacto con lo que llamamos mundo civilizado.