Descripción:
La posibilidad de construir una política cultural debe partir de una reflexión sobre los supuestos que definen la cultura y sus actores. Es necesario entender que los marcos del Estado nación en los que se define la identidad, la memoria y el patrimonio han sido vulnerados por intensas reconfiguraciones del espacio cultural, la urbanización, las migraciones y las nuevas tecnologías. Las insólitas fusiones o mezclas que atraviesan los sistemas de creencias, los hábitos y los rituales modifican las formas culturales locales.