Descripción:
Una nueva forma de lucha, desde hace más de una década, agita la mayor parte de los países, crispa los escenarios socio-políticos, deslegitima las democracias, desestabiliza gobiernos y llega incluso a derrocar presidentes. La protesta, bajo su apariencia defensiva y reactiva, es portadora de insospechada violencia y parece haber sustituido la anterior conflictividad social, tan fundamental para la democracia como era constitutiva de los movimientos sociales. A qué nuevo orden y desorden responde el actual ciclo político de la protesta? ¿Cuáles son sus alcances globales?